Android y iPhone, los juguetes de moda. Todos quieren tenerlos, a cualquier precio. Y no estoy hablando de dinero, aunque renunciar a apoyar al software libre tenga sus consecuencias, sino de libertades.
Ni los sistemas son libres (iPhone es completamente cerrado y Android es personalizado y cerrado por las operadoras) ni se pone empeño e interés en que las aplicaciones que uno instala en estos sistemas sean libres, donde las grandes empresas de Internet logra un éxito al imponer pasarelas controladas por ellos y la cultura de pago propia del mundo de la telefonía móvil en un entorno tan acostumbrado a lo libre y a lo gratuito como el de los repositorios.
De esta forma, unos se alarman de que ciertas aplicaciones para Android enviaran información a los anunciantes. Y unos días después se repite la historia, esta vez entre los usuarios de iPhone. Y no puedo hacer más que pensar que la culpa no es de los anunciantes ni lo de los desarrolladores de software privativo, aunque su comportamiento sea en ocasiones dudosamente ético. La responsabilidad, y la culpa, es de los usuarios que renuncian a cualquier cosa para tener el dispositivo y el software de moda.
Cuando hablamos de software, lo cool, lo no libre, no te puede garantizar nunca el control sobre lo que de privado queda en tus comunicaciones (cada vez menos, si los Estados se salen con la suya). Y no es que libre sea automáticamente sinónimo de privacidad, pero el código libre se puede auditar y, no sólo eso, se puede modificar y, si fuera necesario, se puede forkear para dar nueva salida a un código que se descubra maligno.
Cuando uno instala software privativo sin considerar las implicaciones y acepta sin leer los términos de uso del mismo, no tiene demasiado hueco para la queja.
El maldito problema de los smartphones: todavia no hay un sistema que sea libre, funcional y competitivo para el mercado. No se en que andará MeGoo.
Yo estoy por comprarme un smartphone; mi consumismo me tira hacia un iPhone, mis convicciones sobre el software (y mi billetera) me inclinan hacia algo con Android. En este caso creo que los simpatizantes de la cultura libre tenemos que tirarnos al «menos malo», ¿no lo crees?
Creo que te falta en la ecuación tener en cuenta a Blackberry. Es un smartphone como cualquiera y como ventajas tiene el uso optimizado de la red, compresión o encriptación en las comunicaciones, una capacidad extraordianaria para resolver tareas y un cuidado especial por parte de RIM hacia sus clientes.
No es perfecto, pero la ecuacióm estaría más completa de este modo…
Sergio, es verdad que Android es lo menos malo. Bueno, es aún más verdad que MeeGo es aún menos malo (aunque su modelo y licencias apunten al mismo juego), pero es que en MeeGo ni siquiera Nokia parece creer…
Por otra parte, tiene razón Manu en que Blackberry no es un actor despreciable: ni por trayectoria, ni por cuota de mercado ni por nada. Pero es que yo criticaba a lo supuestamente cool (blackberry no es cool, es funcional y funciona bien, pero son dos cosas diferentes) y a lo supuestamente libre (Android es libre cuando llega a las manos de las operadoras, pero no cuando llega a las manos de los usuarios). En todo caso, Blackberry es una opción de compra muy tradicional: no es soft libre, se baja los pantalones si el gobierno se lo pide, pero como no tiene ese mercado de apps tan desarrollado tampoco le ha saltado un escándalo como éste.
Tengo pensado escribir sobre las diferentes alternativas en el mercado smartphone , a ver si me pongo a ello , podrías comentar tambien que te parecen las blackberrys , supongo que por su sistema de almacenamiento de información no te gustaran.
Jop, no he usado nunca blackberry: sé que tienen fama de ser muy grandes teléfonos si lo que más necesitas cuando estás de viaje o fuera de casa (o lejos de un ordenador en condiciones) es el email. A mí eso me parece un superwin, porque lo que necesito es eso… pero es que el escándalo de apps que enviaban datos gps y tu número de teléfono y todo eso se ha disparado con cosas como un videojuego arcade para el móvil. Es lo absolutamente contrario a Blackberry…
Y el software de RIM no es libre, y se bajan los pantalones con los gobiernos… sé que es una opción, tan buena o mala como las otras, pero no mejor… porque no me ofrece soft libre. Es que ésa es la verdadera cruz del móvil: no hay software libre de verdad.
Decirte que blackberry esta muy de moda entre adolescentes por su integración con la mensajería instantánea , respecto a lo del e-mail no se exactamente la diferencia entre la gestión de e-mails de blackberry y por ejemplo un android con cliente para gmail , con ambos tienes continuamente acceso al e-mail.
Lo que dices de aplicaciones que piden mas datos de los que realmente necesitan para funcionar tienes toda la razón , casi cualquier juego pide tu ubicación gps , según sus programadores para los banners publicitarios ¿tendremos que creerles?.
saludos
Supongo que no se diferencia mucho, pero ya te digo… nunca tuve una BBerry. Por otra parte, se suele decir que el teclado qwerty de la blackberry es más rápido para teclear, pero supongo que cuando la gente se va acostumbrando a las pantallas táctiles y al nuevo método de tecleo de android (el swipe éste), eso tampoco es una diferencia abismal…
Había leído en algún sitio que blackberry está conquistando al público más joven, pero no tengo muchos adolescentes en mi entorno y supongo que por eso no soy muy consciente :D
No se si es cool o libre ..es un viejo debate, si partimos de un «sw libre x» (a priori) pero es un viejo debate….aplicable a Android :
¿Qué es más libre?
1) Que los programas que se ejecuten sobre X o modificaciones sobre X sean OBLIGADOS a ser libres.
2)Que los programas que se ejecuten sobre X o modificaciones sobre X puedas elegir que sean libres o no
¿Que opninaría Ayn Rand de todo ésto???
Si hablamos de software libre, ambos casos contemplados sería software libre. Uno sería más permisivo, lo cual no implica que sea más beneficioso. En cuanto a licencias, está claro que las que mejor defienden la libertad de los usuarios son las del tronco de la GPL. Las demás generan intermediarios. Y quizá, como argumentamos en alguna ocasión, no se daría innovación sin esos intermediarios, pero la situación a las finales, para el usuario de a pie, es indistinguible: software privativo.
Y ojo, que en este post me refería más a las aplicaciones que al SO en sí. Las aplicaciones, aún siendo libres, estarían sometidas a algo parecido a lo que fue «la trampa java», pero eso es otra historia: es que ni siquiera son libres en su mayoría.
Y no sé qué opinaría Ayn Rand de esto, pero yo no soy randiano. Sé que tampoco es cool decir que no soy randiano, pero así es. Y creo que el 90% de las personas que se definen como randianos en mi presencia tampoco lo son: luego les corre por las venas la educación que les dieron, eminentemente católica, que les impide dejar a sus amigos en la parada del bus cuando llueve, porque tienen hueco en el coche. Rand diría que lo justo, lo que cada uno merece, es ir en un coche vacío y soportar un chapetón esperando el bus. No podría estar de acuerdo con ese razonamiento…
Creo que en tu post das por sentado algo que me temo que la mayoría de la gente desconoce.
Me explico: la mayoría de la gente ignora el concepto de soft libre versus soft cerrado o privativo.
La gente cuándo ven unos de estos móviles tan chulos solamente piensan en las funcionalidades que les brindarán, ni se les pasa por la cabeza de que ellos en realidad no son los «aútenticos» dueños; que apple por ejemplo puede desinstalar una aplicación sin su permiso/conocimiento o que esos cacharros envíen información a vete tu saber quién ni conque intenciones.
Por lo que no comparto tu última frase ya que la mayoría aunque leyesen esas condiciones no llegarían a entender no tanto lo que significa sino lo que representa.
Trasladando el penúltimo párrafo a otro tema, la vivienda por ejemplo:
La gente cuándo ve uno de esos pisos tan chulos solamente piensan en las funcionalidades que le brindará, ni se les pasa por la cabeza de que ellos en realidad no son los «aútenticos» dueños; que el banco por ejemplo te puede «desinstalar» de SU bonito piso en cuanto dejes de pagar unos pocos recibos de la hipoteca.
Comparto la última frase de versvs por completo. La gente debería tener MUY en cuenta las implicaciones de lo que firma, hace, apoya con su dinero…
¡Qué bueno el símil! ¡El banco te puede desinstalar cuando quiera!
¡Gracias!